No vamos a hablar de los mentirosos sino de los que encubren ciertas situaciones sobretodo para evitar líos o que les rompan la paciencia.
En general son hombres o mujeres que están en pareja con alguien o bien celosos o bien controladores con otras cuestiones como la plata por ejemplo.
Después de tener un par de peleas por distintos temas dónde él o ella se pone pesado con el temita, optamos por ocultar cierta información para evitar el conflicto o la pelea.

En ese momento justo yo estaba en la casa de mi amiga y me animé a decirle: vos te das cuanta que si le seguís ocultando cosas esto se va a hacer una pelota enorme que después es mucho más sospechosa, porque ella se va a preguntar “porqué me lo ocultaste? Si no me contaste es por algo”.
Y probablemente no y de hecho nada pasa entre ellos, y me consta, pero quién se lo explica a ella el día que descubra que estuvo en la casa de mi amiga, que le prestó un libro y que le convidó dos cigarrillos.
El tema es cuando uno se sobre-adapta al otro para no tener conflictos deja de ser uno mismo, y supone ser de otra manera o alguien que no es. Esto tiene un tiempo de aguante es como una olla a presión que en algún momento se desborda.
Y ahí agarrate!

Me parece que obviamente esto tiene que ver con los celos, pero también en creer que estar con alguien implica cierto nivel de posesión, y esto claramente no es así y tal vez el sentimiento de poseer al otro, en el mal sentido porque hay uno que está muy bien, es el más lejano al amor verdadero. Cuando amamos de verdad somos cómplices del bienestar de nuestra pareja y eso implica dejarla ser tal cual es. Sin peros, si la dejamos ser tal cual es y hay algo que no nos cierra tal vez esa persona no sea para nosotros.
Y, por último, si una relación, como es ésta que mencionaba que era bastante reciente, arranca basada en ocultar cosas y pretender ser lo que no soy creo, humildemente, que tiene pocas posibilidades de funcionar en el largo o mediano plazo…en algún momento se destapa la olla.
Mariana Marotta