AMIGAS, NO GRACIAS
Lo que sigue, entonces, es tratar de dar mi punto de
vista, que lejos de ser una justificación, es una conclusión, a la que llegué
después de muchos años. No digo que sea la definitiva, pero al menos es un
avance dentro de la marea de desconciertos que me provocan las mujeres.
Yo creo que se trataba (en mi caso) de una mera cuestión
de tensión sexual. A veces había muy
poca y entonces podía entablar cierta relación (que nunca llegaba a ser
amistad), pero en otras ocasiones superaba mi equilibrio sentimental-emocional
y entonces chau “relación amistosa”.
Es cierto que cuando uno es chico y todavía no tiene
otras intenciones más que jugar es más fácil relacionarse con chicas (sólo un
poco más fácil). Pero ni siquiera en esa etapa pude zafar de situaciones
“eróticas” como la que describo a continuación: ella, una hermosa nena rubia de
apenas 6 añitos, la misma edad del monstruo que escribe estos párrafos. Dos
nenes que deciden jugar en ¡LA DIRECCIÓN! de la escuela, nada menos que al
doctor (sí, el clásico juego para tener las primeras experiencias con el sexo
opuesto). El final fue cantado. Los dos totalmente desnudos fuimos descubiertos
por la directora y amiga personal de las madres de ambos… Imagínense el sermón.
La confusión llegó en mi adolescencia. ¿Amigas? Mmm…
Estoy haciendo un ejercicio de memoria y no puedo recordar haber tenido una
relación sin tensión… Por h o por b siempre la terminaba cagando. Casi nunca
con la verdad. Siempre había alguna excusa. Porque la única verdad es que nunca
me animaba a decirles lo que me pasaba. No me hacía cargo.

En mi presente las cosas
cambiaron. Trato de hacerme cargo de todo lo que hago y dejo de hacer (acción
nada fácil de realizar sin traspiés, reconozco) y esto incluye indudablemente
mi relación con las mujeres.
Son compañeras, amables,
emprendedoras, comprensivas, amplias, seductoras, abiertas, graciosas… Son todo
eso y mucho más. Pero amigas, no.
Sólo con mi pareja actual
pude entablar una verdadera amistad (si me permiten llamarla así), pues me
enseñó un plano desconocido en mi vida, para construir los cimientos de una
relación adulta.
Pero ese ya es otro tema.
Hernán Hualpa
Muy bueno!!! y muy linda la reflexión final.
ResponderBorrarGloria
Gracias!!!
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