La Fanciulla en El Exprimidor con Ari Paluch

miércoles, 31 de agosto de 2011

Terminators



Autómatas. 

A veces me da la sensación que no nos entendemos. Que nos escuchamos, pero que no nos comprendemos. 

Y además que hacemos por hacer. Un simple impulso, lo que agrava la cuestión ya que hacemos sin saber por qué hacemos. 

Como máquinas. 

¿Estamos obligados a entender por qué hacemos lo que hacemos? 

No, obligados no. 

¿No es más fácil dejar que sucedan las cosas y listo? 

Yo creo que sí, pero también creo que se nos complicaría entender por qué nos suceden "esas cosas" (no importa si buenas o malas), consecuencia del impulso primario, completando un programa que en muchas ocasiones ni sabemos que estamos ejecutando. 

El software de la máquina. 

Así estamos programados y hasta que no “despertemos” no lo sabremos. Un programa no sabe que existe, sólo cumple órdenes de ejecución. 

Pero ¿cómo despertar el autómata? ¿De qué manera se le da vida? ¿Cuál es la fórmula para humanizar sus acciones? 

Asumo que un ingrediente necesario es la decisión de observarnos. Revertir la proporción, ya que una máquina no se detiene a revisar sus acciones tanto como la de los demás. Simplemente ejecuta comandos de programación. 

Al menos esto serviría en un principio. Luego tendríamos que sostenerlo en el tiempo. Para ello debemos hablar de “voluntad”, indispensable para llevar a cabo este y cualquier trabajo. 

Pero no nos apuremos, ya que tenemos una vida por delante… Siempre y cuando dejemos de actuar como autómatas. 


Hernán Hualpa

jueves, 11 de agosto de 2011

¡Tengo a mis suegros metidos en la cama!



Fui a ver Medianoche en Paris, la última peli de Woody Allen, y, si bien hay muchas cosas que se podrían decir de la película (que por cierto me encantó), decidí hablar del tema suegros. 


Cuándo uno dice suegros piensa inmediatamente en los padres de ella, sin embargo hay algunos hombres que también habilitan a sus padres a que se metan en nuestra cama. Acuérdense en Match Point, también de Woody Allen, como los padres de ambos iban induciendo a sus hijos para que elijan al “candidato” que más se acercara a su nivel socio-económico, y si no era el caso lo moldeaban a su imagen para que terminara siendo “uno de ellos”. En el caso del hijo varón tanto le “bocharon” a Nola, el personaje de Scarlett Johanson, hasta que él la deja y se busca una chica de alcurnia y se casa. 

Convengamos que no todos los padres/suegros son así pero que los hay los hay ¿está exagerado en la peli? Tal vez caricaturizado. Aún hoy existen padres que se pelean con sus hijos o dejan incluso de hablarles porque no les gusta el candidato, por ser de otra clase social, religión o partido político, o porque él o ella confesó ser homosexual por lo tanto presenta a un candidato/a del mismo sexo. 

También están los suegros macanudos que te regalan el primer departamentito, y los jodidos que te lo regalan pero te dicen en qué B° lo tenés que comprar, que casualmente es a la vuelta de su casa. 

Están los suegros que te invitan a almorzar una vez cada tanto y los que OBLIGAN a la reunión familiar en su casa todos los domingos sin excepción y si no vas se ofenden. 

Están los que te regalan el auto que era de ellos o te lo cobran en cuotas pero después lo escanéan cada vez que llegás: 

- Qué sucio lo tenés! 
- Este rayoncito no lo tenía cuándo te lo dí. 
- Le hacés el service? 
- No te olvides de cambiarle el aceite. 
- Qué es ese ruidito? Lo hiciste ver? 


Están los que aparentemente aceptan a tu pareja pero te meten fichas en cuánto pueden, típico, claro, de la madre de ella, y te dicen cosas del tipo: 

- ¿Otra vez salió con los amigos? ¿Vos estás segura? (eso en tu cabeza se traduce como: me está cagando) 
- ¿Hasta tan tarde duerme? Papá jamás se levanta más tarde de las 8. (mi marido es vago) 
- Ese muchacho no tiene paciencia con los chicos. (elegí un tipo que es un mal padre) 
- Decile a tu marido que arregle la lámpara, de la casa hay que ocuparse sino se te viene abajo. (mi marido es un dejado, y se te aparece la imagen de Homero Simpson) 


¿Los suegros metidos pueden arruinar una pareja? ¿o son los mismos adultos miembro de las pareja los responsables? Cuando uno es adulto, digo más de 25, es responsabilidad de uno hacerse cargo de sus elecciones, no darle tanta cabida a la opinión de mamá y papá y sobretodo establecer límites claros, algo nada fácil. 

La opinión de nuestros padres nos importa siempre, aunque nos cueste reconocerlo, no importa la edad que tengamos, sus palabras quedan dando vueltas en nuestra cabecita. Aunque ésto no significa que tengan razón. 

Tenemos que trabajar la capacidad de escucharlos y luego hacer nuestras propias elecciones. 

Un vez conformada la pareja preservar la intimidad parece lo más sensato. Ahora bien si uno no es capaz de hacer esto, creo que la respuesta es sí, la pareja se puede deteriorar mucho si tenemos a los suegros metidos en la cama. 

A veces preservar la pareja es trabajo del yerno o nuera que tiene que decir no a ciertos gustos, lujos, vacaciones que de otro modo no se podrían gozar. 

Por último, cómo identificar a un nene de mamá y salir corriendo para el otro lado: 

- Si cuándo lo conocés tiene más de 28 y todavía vive con los padres. 
- Si tiene más de 30 y todavía tiene una trajeta de crédito que es una extensión de la del padre y encima él se la paga y controla sus gastos! 
- Si en su celular los números gratis son el de su papá y el de su mamá. 
- Si sólo va de vacaciones a dónde sus padres tienen o alquilan casa. Si es abogado porque su papá y su abuelo eran abogados.


Mariana Marotta