La Fanciulla en El Exprimidor con Ari Paluch

jueves, 25 de noviembre de 2010

¡Mentira! Tampoco para tanto... mentiritas




De chica siempre escuché los consejos de mis padres (que en verdad no eran consejos sino que me estaban educando) que decían: “Las mentiras tienen patas cortas, no hay que mentir porque a la larga se sabe y después cuando uno dice la verdad no le van a creer”.

¡Totalmente de acuerdo! No estoy a favor de la mentira, por más doloroso que sea el asunto siempre hay que afrontarlo, a la larga duele menos. ¡Pero tampoco seamos hipócritas! Sin meternos en un terreno pesado… ¿Quién no dijo alguna vez una “mentirita piadosa”?

Las mentiritas piadosas están permitidas ¿no? Por supuesto que no hay que abusar, como todo. Pero seamos realistas, a veces te sacan de apuro y otras tantas terminan creando una situación divertida y más amena de lo que podría haber sido de otra manera.

Igualmente ya hay determinadas frases “estándar” que a veces pueden ser verdad, pero muchas otras te sacan las papas del fuego.

En lo cotidiano, las mentiras más frecuentes son:
  • ¡El colectivo no venía más!
  • Estoy sin crédito, por eso no te llamé
  • No tenía señal ó lo tenía en vibrador y no lo escuché
  • Se me quedó el auto ó me agarró un piquete

En cuanto a las relaciones amorosas también podemos encontrar una cantidad considerable de mentiras, a veces un tanto obvias:
  • Me duele la cabeza (bastante pasada de moda ya)
  • ¡Me vino!
  • Necesito un tiempo para ver que me pasa
  • No sos vos, soy yo la que no está bien (esta ya ni la uses porque no te la cree nadie)

Sé que hay un montón más, pero no se me vienen a la cabeza. No suelo utilizarlas muy seguido, tampoco voy a decir que nunca recurrí a ellas porque eso sí sería una mentira pero será que la enseñanza de mis padres quedó dando vueltas en mi cabeza en forma de eco.

Lo cierto es que al ya conocerlas, al mismo tiempo de ser una mentira es una manera de decir la verdad de forma más “delicada”. Igualmente, como dije al principio no hay que abusar de ellas porque sino eso habla mal de nosotros. Está bueno tener el coraje de decir la verdad en todo momento aunque una mentirita piadosa… ¡No le hace mal a nadie!


Guadalupe Kochdilian

2 comentarios:

  1. Muy bueno el concepto sobre la verdad y sobre la mentira. Y ejemplificador y gratificante por haber seguido los consejos de tus padres.

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  2. Guadalupe Ud. casi hace un apostolado, jaja!. Mentiras, mentiras piadosas, mentiras infieles, mentiras de cortas patas y de las largas también. Mentir, faltar a la verdad, ocultar la realidad, distorsionar. Mentir. Qué fea palabra, pero bue, tantos hemos sido adictos y somos adictos a la costumbre que genera el hábito...

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y vos que pensás???