“Todos
nuestros operadores están ocupados, por favor aguarde un momento en línea para
ser atendido”.
El
primer problema que se me presenta es saber cuánto es, expresado en minutos,
“un momento”, para estos centros de atención.
Algunos
se sacan este planteo de encima diciendo simplemente: “por favor espere en
línea”. Y ahí el tiempo de espera, como diría una muñeca con mucho glamour, lo
dejo a tu criterio…
Por
más que me esfuerzo en entender estos sistemas, no logro comprender cuál es su
lógica.
- Los menús automáticos son
eternos y muchas veces fallan, por lo que hay que llamar de nuevo, ¡y
volver a marcar todas las opciones!
- Para llegar a hablar con un ser
humano hay que hacer un curso (literalmente). Parecen laberintos y trampas
de números que hay que sortear constantemente. Muy recomendado para los
adictos a los juegos digitales.
- Cuando llego al fin a
comunicarme con un representante de atención al cliente, casi siempre
tengo la mala suerte que esa persona no puede solucionarme el problema y me
deriva a otro representante, y a otro y a otro y tu-tu-tu-tu… A llamar de
nuevo, iupiii…
- Ya llevo unas dos horas y
veintitrés minutos, mis arterias empiezan a obstruirse, pero finalmente
alguien se apiada de mí y me da bola, pero no puede solucionarme el
problema que planteo ni tampoco pasarme con un “jefe o superior”. Game
over.
- El entrenamiento de respuestas
es perfecto (para ellos): estricto para cubrirse (empleados y empresa), y
bastante magro al momento de solucionar problemas.
- Si pensara en llamar por un problema
con la conexión de internet, ya aprendí: reinicio mi computadora,
desenchufo el cable y lo vuelvo a conectar. Así ahorro el llamado.
Otro
problema que no puedo resolver es el siguiente: ¿quién es el que está brindando
el servicio? ¿La empresa o el cliente?
Está
claro que todo lo redactado es inversamente proporcional al momento de la
venta. Esto es, eficiencia y rapidez para contratar el servicio, por ende el
circuito es perfecto. Me lo brindan en dos minutos y si no estoy conforme me lo
dan de baja en… (con suerte), dos años.
Estas
palabras no estarían fundadas si no dijera que entiendo con claridad que la
primera intención de estas (y todas las) empresas es la de ganar dinero.
Entonces sería injusto recaer solamente con los representantes de atención al
cliente, pero a veces te dan tantas razones… Al fin y al cabo sí son “la cara”
o “imagen” de la empresa que representan en ese momento.
En
fin, antes de despedirme les dejo un par de consejos al momento de hacer… la llaaa-maaa-daaa…
- Realizarla preferentemente
desde un teléfono manos libres o si tenés, un auricular inalámbrico o
“headset”.
- Si estás un poco seco/a de
vientre, hacela desde baño. Con la fuerza que hacés, ni te das cuenta.
- Ponete a limpiar la casa. Te
queda impecable.
- Jugate un juego de guerra en
primera persona y representá en tus oponentes la atención en cada instante.
- Si se te acabaron las opciones
lógicas, puteá. Nunca es bueno guardarse el veneno. Eso sí, tené en cuenta
que para una mejor atención, la llamada está siendo grabada.
Hernán
Hualpa
En todo de acuerdo.
ResponderBorrarGracias!!! Deberíamos crear el servicio de atención a la atención al cliente...
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