La Fanciulla en El Exprimidor con Ari Paluch

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Metal vital y movil



Se está terminando el año y yo recién arranco. ¡Claro! Es que laboralmente no fue, digamos, mi mejor año. 



Y como es lógico si no hay trabajo, no hay guita. 

Dinero, dinero, dinero, ¡dineeerooo!, que todos ya sabemos que no hace la felicidad, pero te ofrece una autopista para llegar más rápido a algunos destinos que te acercan a ella. Me cuesta reconocer esto, pero así están repartidas las cartas. Sería necio de mi parte no aceptar las reglas impuestas; perversas, pero reglas al fin. 

Ahora veamos qué pasa cuando interactúan corazón y bolsillo. ¿Serán compatibles? Bueno, he aquí algunos ejemplos, para poder sacar juntos algunas conclusiones. 


Están las mujeres que: 


· Aman a su pareja con y sin plata. Son las que se arreglan con el menor presupuesto cuando no hay un cobre y a todo le ponen mucha onda, incluso al arroz con manteca. 

· Aman a su pareja, pero con pretensiones. Son atentas y simpáticas. Su humor está directamente relacionado al status y confort al que puedan acceder. 

· Aman la billetera de su pareja. Sólo se sienten cómodas y seguras cuando compraron o adquirieron todo lo que vean en las vidrieras y en la tele. Tienen la costumbre de hacer la tarea amatoria pensando en la recompensa. No reflexionan mucho sobre lo que tienen que hacer para lograr su cometido. Muy pocas veces se sientes comprendidas y lo hacen saber. 

· Aman la plata. No hay mucho desarrollo en este punto. Si no tenés toda la torta, no hay chances. 


Y están los hombres que: 

· Son bohemios, o sea no piensan en el vil metal. Son sensibles, creativos y... no tienen un mango. Cuenta la leyenda que son grandes amantes. 

· Piensan en ganar dinero para complacer a su pareja. Se desviven por satisfacer todas las necesidades que le plantee directa o indirectamente. Son serviciales y ostentan buen humor. Para ellos todo tiene precio. 

· Piensan en ganar dinero para someter a su pareja. La decisión de pareja en todos los sentidos pasa por ellos. Son impunes en privado y algunas veces en público. Especulan toda posibilidad que les convenga. Son grandes negociadores y si la situación lo amerita empeñan hasta a sus viejas. 

· Viven de las parejas. Un verdadero ejemplo de vagancia. Se perfuman (objetos que obtienen por “canje” de servicios) y están al acecho de casadas o solteras con mucha pasta para agarrarse de ellas. Son deliciosos acompañantes, pero es raro que se queden quietos y asienten cabeza. 


Existen más ejemplos que no fueron retratados, pero en general son muchos los que creen que más guita es igual a mejor vida y éxito personal. Mientras más tienen mejores humanos son. 

Yo creo que lo que uno obtiene materialmente hablando, hay que disfrutarlo en uno y con las personas que amamos o ayudando. Y si nuestros ingresos lo permiten, ahorrar para proyectar un mejor futuro.

Eso sí, disfrutemos al conseguirla, si ya sabemos que: difícil viene y fácil se va… 


Hernán Hualpa

1 comentario:

  1. Me encantaria decir otra cosa, pero miro mi billetera y debo ser un bohemio!! ajajaj es verdad que el vil metal un poco encasilla relaciones y el orden de casi todo, uno no escapa al capitalismo y su escala. Lo bueno es saber que mientras, podemos ser mejores o que eso se vea de nosotros más allá de todo. De mi billetera vacia por ejemplo ajajaj muy bueno, Hernán!!. Mi blog de relatos es www.gabrielpatane.blogspot.com por si te querés dar una vuelta. Gracias!!.

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