La Fanciulla en El Exprimidor con Ari Paluch

jueves, 9 de diciembre de 2010

LAS JEFAS 


El otro día surgió charlando con amigas el tema compañeros/as de trabajo, jefes o jefas. 

Las mujeres queremos que haya jefas mujeres para no sentir que nos discriminan pero cuando te toca una jefa mujer la realidad es que muchas veces no te la bancás. 

Tuve la oportunidad de charlar, hace no mucho tiempo, con Laura Di Marco, periodista gráfica que en 2009 publicó un libro llamado “Las jefas”, dónde cuenta cómo son algunas de las mujeres que en nuestro país han llegado a cargos muy importantes. 

En primer lugar son mujeres que no creen que ser mujer sea una adversidad. 

Dentro de las cosas que les resultan más difíciles mencionan en primer lugar cómo compatibilizar un trabajo importante y demandante, que implica comidas de negocios y viajes, con la vida familiar, el cónyuge y los hijos. 

En segundo lugar “el que dirán”. Y en tercer lugar “el ser querida”, a la mujer en general le gusta agradar y ser querida, y cuando uno es jefa eso a veces no se puede y puede traducirse en una tremenda soledad. 

Por otro lado lo más positivo que tiene una mujer jefa es lo intuitivo, lo creativo, el poder ponerse en el lugar del otro, es decir lo inherente a lo femenino. Y, sin embargo, esto no siempre se utiliza porque en ocasiones la mujer pretende ser jefa como hombre y no como mujer. 

La pregunta que nos seguimos haciendo, entonces, es porque hay aún hoy pocas mujeres en cargos ejecutivos (en Argentina 1 de cada 10). 

Creo que porque no basta con ser inteligentes y estar capacitadas, para ser jefas hay que poder y querer resignar mucho de lo personal y de lo familiar, del cuidado de los hijos y la maternidad. Y no todas queremos. 

Yo en esto soy un poco chapada a la antigua, creo que las mujeres tenemos un gran don que los hombres no tienen que es el poder dar vida. Y estoy segura que vale la pena postergar un tiempo nuestra carrera profesional si es necesario para tener hijos y dedicarles el tiempo que se merecen y disfrutar de ese proceso y del tiempo que implica formar una familia. 

Sin embargo pienso que postergar no es resignar para siempre la profesión porque eso puede generar frustración futura. 

Fundamentalmente creo que tenemos que dejar de querer hacer todo como hombres y dedicarnos a ser mujeres en todo lo que emprendamos, con todo lo bueno y lo no tan bueno que eso implica. 


Mariana Marotta

1 comentario:

y vos que pensás???